Electroforesis capilar

Desde los primeros años de la década de los 80 del pasado siglo, la Electroforesis Capilar ha sido objeto de mucha atención y posterior aceptación en los diferentes ámbitos de la Química Analítica, debido principalmente a su elevado poder de resolución (altas eficacias y tiempos de análisis cortos) y a la gran variedad de modos y metodologías con los que se puede trabajar experiementalmente. Se ha aplicado con éxito a la identificación y determinación de un gran número de familias de compuestos químicos tanto cargados como no cargados, al análisis de biomoléculas de alto peso molecular y a ensayos de separación de células vivas, en campos tan varia? dos como el alimentario, el ambiental, los análisis clínicos y forenses y la proteómica.

La Electroforesis Capilar es una técnica que se caracteriza por trabajar con volúmenes de muestras del orden de los nanolitros, lo que le otorga de forma inherente una baja sensibilidad que se ha tratado de mejorar de manera permanente con la utilización de sistemas de detección adecuados; por tanto, a los sistemas de detección que se acoplen a los instrumentos de Electroforesis Capilar se les debe pedir el ser sensibles a las muy pequeñas concentraciones de analitos en muestras de poco volumen. En principio, cualquier instrumento óptico, electroanalítico, o del grupo de otras técnicas, convenientemente adaptado, puede ser útil como detector on-, post-, u off-columna. Actualmente, unos son más utilizados que otros, estando algunos de ellos en diferente fase de experimentación e investigación y con variable potencialidad de futuro.