Historia Eclesiástica de Granada

D. Justino Antolinez aparece en sus escritos como hombre especialmente dedicado a la labor pastoral y de gobierno, En medio de sus múltiples actividades, principalmente en el ejercicio de su cargo de provisor del arzobispado y, más tarde, del de obispo de Tortosa, su trabajo como historiador constituye más bien un pequeño paréntesis de muy pocos años, al que accedió por causas y circunstancias especiales y determinadas: los asombrosos descubrimientos del Sacromonte,

Antolínez se sentía orgulloso y agradecido porque Dios había dispuesto que fuesen él y su hermano Almerique los primeros que, por orden del arzobispo D. Pedro de Castro, subiesen al monte sacro, en busca de las reliquias que tan milagrosamente se descubrieron en el año de 1595, siendo testigos de todo lo que pasó en su maravillosa inbención.