Marketing relacional en el sistema logístico

El sector del transporte ha experimentado un crecimiento espectacular en las últimas décadas. Al mismo tiempo, se acepta sin discusión el efecto positivo que el aumento de la eficacia del sector tiene en la consecución de mayores cuotas de crecimiento económico, siendo un sector con un enorme efecto multiplicador de las inversiones y un evidente catalizador en materia de investigación y desarrollo.

En las dos últimas décadas, la economía del transporte ha prestado especial atención al análisis de las funciones de demanda y costes, así como a los problemas de tarificación óptima, tratamiento económico de la congestión y al análisis de las inversiones en infraestructuras. Además, investigadores y gestores centraron su interés en el análisis de los efectos de la regulación y la desregulación de los transportes. De forma paralela, el transporte (y fundamentalmente el transporte por carretera) es un ejemplo de industria con externalidades negativas', entre las que cabe destacar el deterioro de la infraestrustrura viaria debido al uso y desgaste del pavimento, los costes por congestión, los costes de accidentes y los costes derivador del daño al medio ambiente.