El poder naval de Al-Andalus en la época del Califato Omeya

Es costumbre dividir la Historia en una serie de periodos, a cada uno de los cuales se le busca unas características y se le aplica un marbete, contraponiéndolos entre sí. Este procedimiento no deja de ser un falseamiento de la realidad, pues supone una simplificación de la misma y lleva consigo olvidar la complejidad de todo hecho histórico. No obstante, este planteamiento se impone por resultar aconsejable desde el punto de vista metodológico, al ser más claro, precisamente a causa de la esquematización a la que se reduce lo estudiado.

Los puntos de vista que se adoptan como criterios divisores son múltiples. Del mismo modo, las periodizaciones resultantes son diferentes según los puntos de vista adoptados. Algunos criterios conducen a periodizaciones más sugerentes y atractivas que otros. Es el caso del punto de vista económico. La economía constituye, sin duda, uno de los ejes fundamentales que han movido, mueven y moverán el mundo, si bien no el único. Aunque no todo es reductible a móviles económicos, pues el ser humano actúa también impulsado por otros estímulos diferentes, la historia económica explica e induce a comprender muchos de los comportamientos y actividades humanas a lo largo de la historia.