El texto morisco del Evangelio de San Bernabé

El nombre de un Evangelio de Bernabé ha estado siempre unido en el seno de la Iglesia cristiana con el ámbito de lo apócrifo; ya el Decretum Gelasianum de libris recipiendis et non recipiendis (siglo VI) recoge entre una lista de libros apócrifos y sospechosos desde el punto de vista teológico un Evangelium nomine Barnabae, apocryphum, mientras que en el siglo VII el Catálogo de los Sesenta libros también se refiere a un Evangelio de Bernabé como apócrifo. A partir de estas noticias, no vuelve a aparecer en la literatura eclesiástica ninguna mención en torno a este evangelio apócrifo, ni siquiera comentario alguno en torno a su posible naturaleza y los motivos de su inclusión en tales listas; a partir de este hecho, toda la crítica especializada le ha considerado perdido desde entonces.