El valle del Andarax en el siglo XVIII

Los estudios históricos deben pretender la consecución de unos objetivos claros, con unas fuentes perfectamente definidas, pero sobre todo, con una metodología que supere los planteamientos meramente descriptivos, de situaciones o acontecimientos, que llegue a la creación, o que emplee, un modelo de explicación global de una realidad siempre múltiple y compleja.

Con este carácter global, la reflexión sobre el paisaje agrario, como elemento integrador de una multiplicidad de factores, constituye uno de los pilares fundamentales del estudio de las relaciones entre el hombre y el medio que lo rodea, ya sea éste un medio actual cuya percepción es posible, ya sea, como es nuestro caso, un medio histórico, al que nos acercamos a través de fuentes manuscritas. Este paisaje refleja un equilibrio técnico, económico y social en un espacio dado y es el resultado de la ordenación y puesta en explotación de áreas determinadas de la superficie terrestre. Es necesario hacer un esfuerzo por considerarlo de forma unitaria, aunque su análisis deba realizarse de manera sistemática y progresiva, análisis que no debe hacer perder la visión de conjunto que debe presidir toda obra histórica o geográfica.