En la frontera de Granada (1971)

En 1946 daba don Juan a las prensas la Crónica del Halconero de Juan II, que figura como volumen VIII de su Colección de crónicas españolas. La edición de ese texto, escrito por Pedro Carrillo de Huete, le puso en contacto con nuevos textos en los que se describía de forma muy directa la guerra de frontera. El cronista, que no era precisamente un hombre de letras, resuelve, siempre que puede, su particular lucha con la escritura transcribiendo "sus fuentes al pie de la letra", especialmente "cartas y relaciones de todo género que llegaban a la cámara real", a las que él, por su proximidad al rey, tuvo fácil acceso. Estas cartas y algún otro material de distinta procedencia dieron pie a don Juan para publicar en 1946 un bellísimo artículo titulado "Cartas de la frontera de Granada".

El artículo reproduce, con comentarios históricos e historiográficos, cuatro cartas de la frontera. La primera es del Adelantado de Andalucía Diego de Ribera, inmortalizado en el famoso romance fronterizo de Álora la bien cercada. Fechada en Alcalá la Real, el 12 de noviembre de 1430, refiere a Juan II de Castilla, con todo lujo de detalles, uno de tantos incidentes de la guerra fronteriza: la celada en realidad se trató de una variedad de esta táctica, consistente en disponer una doble celada, la primera con pocos hombres que simulan huir a la vista del número superior de enemigos, para atraer a éstos a una segunda celada- y derrota de un nutrido destacamento de caballería de la "casa de Granada", en las cercanías de Colomera. Junto al adelantado estaban personajes fronterizos de tanto relieve como don Gonzalo de Stúñiga, el belicoso obispo de Jaén, personaje también de los romances.