Guía de Granada

Renace esta guía cuando faltan pocos años para el centenario de su aparición. La que fue entonces guía viva de la ciudad es hoy, en buena parte, evocación y nostalgia de una Granada desaparecida, atacada de la fiebre de la piqueta desde el derribo de buena parte de la ciudad renacentista para abrir la malhadada Gran Vía, error urbanístico y catástrofe artística, origen de la mayor parte de los desastres posteriores. No pretende, por tanto, su reaparición, que sea de nuevo la guía del visitante, sino reavivar el conocimiento de lo que era la ciudad en la última década del siglo XIX, tal como la estudió un hijo enamorado, que no quiso hacer sobre ella literatura, sino ilustrarla con cuantos datos documentales y estudio directo pudieran lograrse. Obra de erudito, a la vez artista, como lo prueban los tan bellos y exactos dibujos que la ilustran.

El nombre del autor, Manuel Gómez-Moreno, encubre en realidad dos: Gómez-Moreno el Viejo, pintor, investigador y arqueólogo, y Gómez-Moreno el Joven, que sólo contaba 22 años al publicarse la Guía, pero cuya aportación al trabajo paterno fue de tal entidad, que puede considerarse como verdadera colaboración. Había ya publicado por aquellas fechas no menos de treinta artículos sobre monumentos granadinos, fruto de su actividad como secretario de la Sección de Excursiones del Centro Artístico, en cuyo Boletín vieron la luz.