Mare Nostrvm

La creciente importancia del mar entre los romanos no necesita ser demostrada: gente de tierra adentro, con un miedo atávico a los naufragios, supieron, sin embargo, disfrutar de los placeres de la costa o admirar los paisajes marinos; incluso a partir de un determinado momento (Actium) empezaron a tener sobre el mar una especie de sentimiento de propiedad. La presencia del mar en los textos literarios conservados acredita su alto significado en la vida de cada día, individual y colectiva, pública y privada. De dicha presencia se ofrece aquí una visión panorámica centrada en el léxico, es decir, articulada en torno a las palabras de que se sirvieron los autores y los hablantes romanos para referirse al mar y a sus facetas más importantes. La herencia de dicho léxico latino del mar es evidente en muchas lenguas modernas, como el español: alta mar, altanero, cabo, estero, estrecho, flota, fluctuar, ondear, oportuno, playa, etc.